
1.- Su radicalismo
Los congregados desde el pasado lunes en 74 puntos de
la geografía española dieron muestra de su talante. Lejos de mostrar un empeño
en presentar un proyecto moderado, enseñaron, tanto en sus símbolos como en sus
lemas, un aspecto radical que aleja a una gran parte de la población de la
causa republicana. Así, desde la guillotina mostrada en la concentración de
Valencia, hasta los gritos de “los borbones a los paredones”, dejan claro que
lo que pretenden es un modelo republicano que solamente satisfaga a la
izquierda más radical.
2.- Exclusión de los moderados
El lunes, en la Puerta del Sol, los convocantes eran
los grupos más radicales de la izquierda española: Podemos, Izquierda Unida y
Equo. En los primeros momentos de la convocatoria se acercaron algunas personas
con banderas del PSOE, pero fueron invitados por los asistentes a retirarlas.
De hecho, quienes parecen haberse quedado con el “monopolio” de las
movilizaciones es la formación comunista IU que es la única convocante de la
marcha del próximo sábado en Madrid.
3.-Hacia la II República bis
Los congregados a los largo y ancho de la geografía
española el pasado lunes fueron a las convocatorias pertrechados de los
símbolos de la II República: banderas tricolores, lemas y siglas del periodo
1931-1939, como el sanguinario UHP –Uníos Hermanos Proletarios, lema de la
revolución de Octubre de 1934-, banderas comunistas y estrellas socialistas en
las banderas republicanas, las mismas que lucían la banda terrorista GRAPO como
enseña. El resultado de lo ocurrido tras la II República fue una guerra civil,
algo que la mayoría de los españoles no quiere volver a vivir, pero que parece
que no tiene importancia para quienes se manifestaron en la primera jornada de
republicanismo.
4.- ¿Una república socialista?
Las proclamas que se lanzaron en la mayoría de las
concentraciones del lunes pasado pusieron un apellido a la palabra República.
Insistían, tanto en los gritos coreados como en muchas de las pancartas, en que
debía ser una república socialista. Una afirmación que retrae a muchas personas
que asocian ese concepto a los países del antiguo “telón de acero” o a los
actuales sistemas imperantes en Cuba o Venezuela.
5.- ¿Son una mayoría social?
El lunes salieron a la calle, en toda España, en torno
a 125.000 personas según fuentes de la Policía Nacional. Una capacidad de
concentración poco significativa, máxime cuando el segundo día, el martes, el
total apenas alcanzaba los 200 asistentes congregados en un único acto en la
madrileña Puerta del Sol. Si se suma el respaldo que tuvieron los partidos
convocantes en las últimas elecciones: Podemos, IU y Equo, los apoyos se
elevarían hasta algo menos de tres millones de personas, algo más si se suma el
sector de las Juventudes Socialistas que hizo el amago de convocar. Poco
representativa suma si consideramos que España tiene un censo electoral de 34
millones de personas.
6.- Prima el interés de partido
La división que se ha plasmado entre los convocantes
demuestra que el interés de las propias formaciones políticas está por encima
del supuesto objetivo del establecimiento de un modelo republicano de Estado.
Izquierda Unida se ha planteado la necesidad de acaudillar estas movilizaciones
para recuperar la iniciativa de la izquierda en la calle, algo que parece que
actualmente está en manos de Podemos, el partido político creado y dirigido por
Pablo Iglesias. Los reproches ya se han cruzado entre unos y otros. Tras la
convocatoria de una marcha republicana en Madrid, realizada por IU, la
formación liderada por Cayo Lara instó a los de Iglesias a sumarse. La
respuesta la ha dado el propio Iglesias desde Bruselas, donde se encuentra para
tomar posesión de su acta de diputado europeo, señalando que los partidos no
deben buscar protagonismo, que tiene que ser de los ciudadanos y que “ningún
partido debe colocarse por delante”.
El propio Julio Anguita ha criticado la desunión de
los republicanos y ha explicado que defender la república no consiste en
congregar a mucha gente y agitar banderas. Para el histórico líder comunista
“las concentraciones no pasarán de ser algo interesante, pero pintoresco”.
7.- Muchos españoles son monárquicos
Aunque no se denominan como tales, en España la
tradición monárquica hace que una gran parte de la población se identifique con
ese modelo de Estado. Ya se llamen “juancarlistas”, “donjuanistas” o
“felipistas”, la institución sigue teniendo un gran arraigo entre los
españoles.
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Me gustaría dar las gracias y mi enhorabuena a las personas que día tras día trabajan creando artículos tan sensacionales como este, de hecho, leyendo uno de sus artículos redacte un trabajo para el instituto sobre el anticlericalismo. Una vez más, enhorabuena y seguid así.
ResponderEliminarPon en las etiquetas: ignorancia.
ResponderEliminarLlamas radicalismo a querer cambiar la sociedad.
ResponderEliminarOtro artículo que demuestra tu ignorancia.
Buenos días.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el artículo. Yo estoy a favor de una república, pero me dan asco todos los actos que han llevado a cabo los republicanos.
Otra cosa que también demuestra mucha incultura es confundir "República" con "Izquierda". Se puede decir que alguien es de la ultraderecha y republicano, al igual que alguien puede ser de la extrema izquierda y ser monárquico. No tiene nada que ver una cosa con la otra señores, entren en razón por favor.
Si me permites, creo que se te ha pasado un punto en tu artículo, y es que los republicanos no nos ponemos de acuerdo en qué república queremos. Muchos quieren una en la que esté un presidente elegido sin poder, solo como representante; yo por ejemplo quiero otra en la que el presidente tenga un amplio periodo de instrucción (como dijo Platón, a partir de los 50 años un gobernante es lo suficientemente maduro para gobernar) y que se le concedan poderes, que no esté ahí como un mero representante del país.
La gran diversidad de repúblicas hace difícil que haya un consenso entre los que la desean, y es una causa más de su fracaso en España.
Un saludo (y, como siempre, enhorabuena por otro genial artículo).
El subnormal "Anónimo" que escribe arriba (y que suele escribir varios comentarios para aparentar que son varias personas) no sabe más que decir "ignorante" e insultar.
ResponderEliminarÉl sólo demuestra por qué los republicanos soviéticos y nostálgicos han fracasado: no tienen más argumentos que la descalificación personal.