La
División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d’Esquadra acusa al agente de
“desafiar” a un sargento, jefe de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) del
distrito de Sant Andreu de Barcelona, sobre el cumplimiento de la orden que
dictó en 2009 sobre el uso de idiomas en la confección de atestados policiales.
En
esa instrucción interna se establecía que los atestados, a excepción de los
casos de extradición o las ampliatorias instruidas fuera de Cataluña, tenían
que hacerse “siempre en catalán” y que, si el denunciante hablaba en
castellano, el mosso debía escribir sus manifestaciones en ese idioma, pero no
así el encabezamiento de las diligencias, ya que el modelo de atestado debía
ser en catalán.
El
agente ahora expedientado se mostró en desacuerdo con esta resolución, al
entender que era ilegal y afectaba el derecho de uso de las lenguas oficiales
porque suponía, a su juicio, un veto parcial a una de ellas.